viernes, 14 de agosto de 2015

LA HAMACA PARAGUAYA


EDITORIAL

Yo que busqué mi asombro, debajo de unos juguetes sucios.
Que creí sentir en aquel anhelo el sabor lejano del último beso.
Yo que descreí del cielo y arme el mío propio,
Y caminé en la negrura espesa del camino
bajo el refugio lumínico de mis tres luceros.
Yo que vi morirse al mundo, y me desangré en sus traiciones
y fui lobo en el silencio.
Yo que supe ser algunos, y en todas aquellas pieles,
jamás vi la bravura de mis ancestros
y no brilló en mi la tenacidad de la proeza.
Y en la noche fui sombra compañera del último espectro
y llené de olvido aquel instante propio del decir.
Extiendo mi mano inútil hacia la inmensidad del tiempo
Y repito tu nombre, en la hora más mía,
olvidando ya mi cuerpo
Imaginando para siempre el tuyo.

Lucas Itze.-

Canción elegida para la editorial



IMPRESIONES SOBRE LA HAMACA PARAGUAYA


Enfermar de tiempo. Ser antes de ayer, pasado mañana. Correr tan rápido del olvido, hasta quedar inmóvil. Dar este cuerpo, sucio de atardeceres, repleto de horas sin sentido, dar estos ojos, que todavía creen haberte visto algún día, y estas manos melancólicas de tu sombra, darlos de alimento a esa tierra madre de todos. ¿Esperarte aun, con que lagrimas? ¿Con que fuerzas ya retener estas ganas que no conjugan tu nombre? La indiferencia del mundo me abruma. Yo que nací en esta simpleza, que aprendí de cielos, de pinos y aves, que abrigue a tu madre con la aspereza de mis manos y vi nacer al sol cada día con el asombro de quien ve a su dios ascender en su divino camino, yo, ¿cómo puedo entender este tiempo que te aleja? ¿Cuál será el hacha que acabe con toda esta pena? ¿Con que leño nos cuidaremos de esta helada cruel que propone tu olvido? Resonaran estas preguntas en la temblorosa voz de Ramón y se harán eco en la ternura de Cándida


Así estará planteado el drama en aquel film intimista de la directora Paz Encina llamado la Hamaca Paraguaya. El relato tendrá una estructura estrictamente lineal y se aventurará al arduo desafío de narrar un día en la vida de una pareja ya sin tiempo. Perdida en la espera del que ya nunca vendrá. Trabajará la directora un punto de vista distante, quizás en apoyo a la metáfora de aquel conflicto del drama que representa aquello que está lejos, aquel que no llega e invade el cuadro de soledad y nostalgia. Sera una película sencilla, como los personajes que la narran. Sus herramientas serán simples y efectivas. Contará con una fotografía exquisita y osada, con ciertas reminiscencias a la Nouvelle Vague y una clara influencia de una gran amiga de esta casa, aquella poeta de la imagen, Marguerite Duras. Asistiremos a un seductor juego respecto al tiempo narrativo, el cual, aun en su linealidad, es quebrado en su relación imagen y sonido. El film se basará en un dialogo aparentemente anodino, en cuyo devenir, se irá dosificando el conflicto hasta llegar a comprender la ausencia de Maximiliano, hijo de la pareja. 


Serán acompañadas estas charlas con acciones mínimas de los personajes, pequeños movimientos internos del cuadro. Aquí el juego. Tanto Ramón como Cándida, jamás hablaran en ninguna escena, aquellas voces que oiremos serán siempre en off, y la distancia del punto de vista, generará aquella duda de creer estar asistiendo al dialogo de dos personajes. Amigos míos, estamos ante el recuerdo, ante la espera. Esperar es morir en el tiempo. Es perderse en el tejido de Penélope, sin comienzo ni fin. Es haber caído en la trampa. El camino del que espera es el del recuerdo, es festejar una estrella que tal vez ya murió hace tiempo. Es quemar nuestras esperanzas en aquella falacia del retorno, sabiendo que el que llega, en tal caso, jamás será el que esperábamos. Proponemos desde este espacio, evitar toda espera. Esta tertulia prefiere aventurarse al azar de los caminos, ya que después de todo, tampoco seremos nosotros los que lleguemos a aquel encuentro. Arrimemos nuestro farolito al hoy, total, mañana nuca se sabe.-

Lucas Itze.-

Canción post impresiones


El dia que yo me muera no quiero ir al cielo,

quiero quedarme cerca para ser tu consuelo.


Vuelve la calma de tu voz
con la corriente del río
manto de cielo sobre el tendal
teje tu nombre y el mío. 





FICHA TECNICA

Título original: Hamaca paraguaya
Año: 2006
Duración: 72 min.
País: Paraguay
Director: Paz Encina
Guión: Paz Encina
Música: Oscar Cardozo Ocampo
Fotografía: Willi Behnisch
Reparto: Ramón Del Rio, Georgina Genes, Jorge López

SINOPSIS

14 de junio de 1935. En un lugar aislado en tierras de Paraguay, Cándida y Ramón, un matrimonio anciano de campesinos, esperan el regreso de su hijo, que partió al frente para luchar en la Guerra del Chaco. También esperan la llegada de la lluvia (que a pesar de los pronósticos no llega nunca), del viento (que no sopla), que el calor desaparezca (que sigue impertérrito a pesar de la estación), que la perra deje de ladrar (aunque nada consigue dejar que ladre), y, por último, esperan que las cosas mejoren. Y ese instante de eternidad se sitúa entre el pasado y el futuro por llegar. Pero dentro de la pareja cada uno ve las cosas a su manera: Ramón, el padre, hace frente a la espera con optimismo, mientras que Cándida, la madre, está convencida de que su hijo ha muerto. Sin embargo, los papeles se invierten durante la espera: el padre y la madre reciben una señal del hijo, que les va a hacer cambiar de actitud y postura.


PELICULA COMPLETA


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