EDITORIAL
Caerá
mi cielo entre tus manos. Se detendrá al fin el mundo y todo será nuevo. Los
nombres de cada cosa se irán lejos y amanecerá, entonces, el edificante olvido.
Besaré tu boca en la calle. Besarás mi boca en la calle, y estaremos tan solos
entre tanta gente sin sentido. París helará estas palabras, será gris y
distante, como la nostálgica travesura de un recuerdo. Traerá, también, por
momentos, el silencio. El deseo será nuestro único aliado en las orillas de una
vida que pareciera obstinadamente carecer de él. Buscaremos con tristeza,
alguna mirada todavía viva que nos sorprenda. La buscaremos con estos ojos
inocentes que arden en la promesa de un nuevo día. Veremos las caras del
sometimiento tomar los caminos. Andarán aquellos cuerpos disfrazados de personas,
vistiendo sus abrigos roídos, escondiendo con vergüenza sus muecas muertas bajo
el ala de sus sombreros, los veremos con sus bolsillos repletos de miserias.
Sentiré pena.
Recorreremos la ciudad como dos extraños, melancólicamente. La
recorreremos tomándonos fuerte las manos, para no olvidarnos de nosotros a la
vuelta de cualquier esquina. ¿Dónde estarán todos los colores que antes
adornaban este paisaje? ¿Dónde estarán aquellos amigos que prometían incendiar
la ciudad con la furia de sus ideas, con la audacia de sus danzas? ¿Caminarán
ahora también ellos en aquella caravana de sombras grises, con sus gritos
ahogados en el más traidor de los silencios? ¿Se habrá transformado la belleza
de sus bailes en un sórdido andar ordinario, y será por eso que ya nos es
imposible distinguirlos? Apuraremos el paso ante tal feroz desencuentro.
Soñaremos nuevas realidades y haremos lo imposible para que la muerte no nos
toque el hombro. Salvaremos nuestro mundo, aquella pequeña porción que
habitamos cuando nos abrazamos, y haremos de esta experiencia algo bello y
misterioso. Algo por lo que valga la pena perderlo todo, aun sabiendo que no
tenemos nada. Lo haremos por nosotros y por los que vendrán. Lograremos caminar
distintos por estas calles que todavía iluminan el pasado y oleremos a
desconcierto cuando con sus tristes manos nos señalen y nos nombren con temor
como una banda aparte.-
Lucas
Itze.-
Canción
elegida para la editorial
IMPRESIONES
PARA BANDA APARTE
Para
los espectadores que entran ahora en el cine, podemos decir algunas palabras
escogidas al azar: Hace tres semanas. Un montón de dinero. Una clase de inglés.
Una casa junto al río. Una chica romántica… De esta manera, una voz en off nos
aborda, casi a mitad del primer acto de este extraordinario film del gran amigo
Jean Luc Godard. El blanco y negro, los años 60, la belleza de ella, la bohemia
de ellos dos, los abrigos hasta el cuello, son simplemente otros ingredientes
que nos invitan a parar el mundo así como lo conocemos y a entregarnos al
relato del autor con aquella inocencia poética necesaria para ocupar el lugar
que nos toca en el binomio comunicacional. Podríamos decir que Lars Von Trier
es un poco Godard y no estaría mal. Ambos formaron parte de una vanguardia que
vino a gritarnos en la cara que había otra manera de contar, otra forma de
narrar una historia a través del cuidadoso uso de las imágenes y el sonido.
Para hacerlo, así como funciona la dialéctica del “hombre nuevo”, el cual para
re inventarse debe destruir lo que tiene de “hombre viejo”, y esto no se da de
otra manera más que destruyendo el poder que lo formo, ambos debieron quebrar
el relato clásico de sus épocas. Con gran ironía, el propio Godard nos dice
desde Bande a Part: “Todo lo nuevo, se hace automáticamente tradicional”.
Vicente Zito Lema nos iluminó alguna vez diciendo: “Destruir es fácil. Destruir
y construir es la gran aventura. Construir sin destruir, no supera la ilusión”.
El cine, para Jean Luc Godard es la gran aventura. Cada uno de sus Films
representa, para los que gustamos de este maravilloso arte, una apuesta siempre
mayor. Bande a part, es un claro ejemplo de este proceso de cambio en la
narrativa. Hablábamos al principio de la voz en off que se dirigía puntualmente
a los espectadores que recién llegaban a la sala, sin afectar en nada al
verosímil construido para el relato. Aquella voz, nos seguirá todo el film
narrando con intención literaria aquello que sienten los personajes. Dirá por
ejemplo en la maravillosa escena del baile, escena citada en más de una
película, con tono neutro de lectura: “Franz se pregunta si el mundo se está
convirtiendo en un sueño o el sueño en un mundo” Claramente, será de allí desde
donde filme sus películas este gran director. Despabilará nuestra mirada
perezosa de espectador medio desafiándonos e involucrándonos todo el tiempo.
Llamará
poderosamente nuestra atención y nos contará de que se trata el tiempo dejando
casi 1 minuto sin banda musical (esto es todo lo que afecta al sonido ambiente,
diálogos, música, etc.) por el solo hecho de que en ese momento, los personajes
no tienen nada que contar. Allí estará Godard y no otro. Allí veremos aquel
cine literario que nació de las trincheras de la Nouvelle Vague. El film tendrá,
también, cierto aroma a Marguerite Duras en su narrativa, otra heroína de
aquellos frentes, también del cine, también de la literatura. La estructura
elegida por el director será lineal y utilizará la ya mencionada voz en off
para acentuar aquellos tintes literarios de los que viene originalmente la
historia narrada. Notaremos un magistral equilibrio entre el “como” cuento y el
“que” cuento. El relato literario no será opacado por la técnica propia y
novedosa utilizada por el director. La curva dramática se proyectará con
naturalidad contándonos la historia de un amor, de un robo, de tres jóvenes
cansados de las mismas calles, las mismas miserias. Finalmente, un barco se
alejará con la promesa de una esperanza, apostando al olvido de los viejos
errores, dejando atrás las densas sombras que marcaron tanto aquellos
días de nuestras vidas.-
Lucas
Itze.-
Canción
post impresiones
Siempre buscamos ser libres
Godard también hizo un documental titulado como esta canción
Metimos dos grandes del rock nacional seguidos
También lo tuvimos a León y su colina de la vida
El reggae siempre clama libertad...
Siempre necesitamos unas vacaciones permanentes
Y nos despedimos con este himno de La Renga
FICHA TÉCNICA
Título
original: Bande à part
Año:
1964
Duración:
95 min.
País:
Francia
Director:
Jean-Luc Godard
Guión:
Jean-Luc Godard
Música:
Michel Legrand
Fotografía:
Raoul Coutard (B&W)
Reparto:
Anna Karina, Claude Brasseur,
Sami Frey, Louisa Colpeyn, Chantal Darget, Ernest Menzer
SINOPSIS
Dos
jóvenes, Franz y Arthur, conocen a Odile en una clase, ambos quedan
instantáneamente flechados por ella. También hay otra cosa en común que tienen:
son ladrones y necesitan a Odile para ayudarles a llevar a cabo un robo en su
propia casa. Sin embargo, aunque parece un golpe fácil, No todo será tan simple
como parece…
TRAILER
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