jueves, 10 de julio de 2014

ASESINOS POR NATURALEZA - NATURAL BORN KILLERS

Programa 53 (25-04-2014)


EDITORIAL

Figúrese un campo inmenso, más inmenso de lo que su imaginación puede lograr, trate de imaginar ahora a un tumulto de humanos corriendo en bloque, millones de humanos, todos. Toda la humanidad con idéntica cara de vértigo, ansias de libertad, amor y bronca acumulada corriendo hacia la misma dirección. Esas millones de almas, en la inmensidad de ese campo corriendo con la convicción de saberse muertos porque del otro lado los espera un bloque que se destruye solamente de una manera. Aquel bloque es todo lo creado por la humanidad a lo largo de la historia. Todas las armas, toda la corrupción, todas las religiones, los espíritus de los que se fueron antes, los miedos, las injusticias, las leyes, los mitos y leyendas, las enfermedades mentales, aquellos espejismos malditos que rebotan y se introducen tan profundas en el cuerpo que solo se liberan saliendo por debajo de la tierra en forma de flor. Todo ese bloque cargado de cosas físicas y mentales esperando aquella gran masa humana que viene de frente a buscar la vida a cambio de su desaparición física. Y entonces comienza el espectáculo. Las armas comienzan a dispararse y a cargarse con la primera fila de gente. Ellos caen, pero no sienten miedo los que siguen detrás. Al contrario, solo se toman una milésima de segundo para agradecerles poder correr un metro más al haber parado con sus vidas las primeras descargas de plomo y gases mortíferos. En seguida, esta segunda e interminable fila se topa con las minas explosivas para permitir que los que siguen atrás logren otro metro. Las personas que se encuentran al fondo de esa marea humana todavía no saben que está pasando adelante. Solo avanzan y quieren pasar adelante y derribar aquella barrera que de a poco va cediendo ante la multitud. Las horas pasan, el humo y polvo de tierra, piel y sangre ya no deja ver que es lo que pasa debajo. 


Solamente se escuchan los gritos de lucha y  explosiones cada vez menos eficaces y en menor cantidad. Todo aquel caos y masacre, de repente, brinda un pequeño destello de luz abriéndose una pequeña fisura en aquel bloque y los humanos de esta manera logran pasar poco a poco del otro lado. Desde allí pueden hacer más daño porque las armas apuntan a una sola dirección. Nunca estuvieron de aquel lado, por lo tanto, pelean pero estremecidos por la confusión de lo nunca antes visto. Allí están por primera vez pateándole el culo al diablo y este no puede resistirse. Cae todo aquel bloque y ahora se respira libertad.
 La batalla se ha llevado a casi toda la humanidad. Quedando solo un total de mil habitantes en el planeta tierra. Es el año 3895 y ya no hay teoría que diga que es lo que pasará.
 La sociedad había cambiado y atravesado toda la sucesión de transformaciones tal como lo había previsto Carl Marx. Del capitalismo al socialismo y de este al comunismo. Durante estos procesos no había cambiado casi nada esencial. Solo cosas externas, el lobo seguía comiéndose a la liebre, la maldita cucaracha seguía con vida y el hombre continuaba matándose entre sí y a todo lo que se cruzaba. Todos seguían comprobando estúpidamente que eran comportamientos naturales los que los había llevado hacia esa instancia mental estática durante casi cuatro mil años.
 Quedaron mil habitantes de aquel acontecimiento y decidieron entre todos que el día siguiente sería el primero de la nueva era. Comenzarían a vivir bajo una estructura social diferente a la que estaban acostumbrados, porque eran libres y sentían cosas nuevas, como el peso de la vida misma. Llegaron al acuerdo de no utilizar nunca más el habla y buscar otro método de comunicación. Demasiado mal había terminado todo con aquel viejo sistema. Decidieron irse cada uno por su lado buscando subsistencia y dándose ventaja los unos a los otros porque también sabían que cada uno de ellos cargaba la cruz de ser asesinos por naturaleza…

Alan Beneitez-.

Canción elegida para la editorial



IMPRESIONES SOBRE ASESINOS POR NATURALEZA


Es miércoles y es 26 de junio. Es el año 2002, y también es la Argentina. El diario Clarín nos desayuna con el siguiente titular en letra catástrofe: “La crisis causo dos nuevas muertes”. Entre ese humo, y los plomos de la propia federal, son acribillados Kosteky y Santillán. Ahora es 23 y es abril. El año, 2014. El medio es el mismo. Desde sus entrañas nos relata, justo antes de que el sol aparezca, lo siguiente: “Los Chicos del ferry hundido hicieron intentos desesperados por salir” y agrega a modo de copete: Muchos cadáveres tienen los dedos rotos. Esto indica que habrían tratado de trepar por todos los medios de la embarcación durante el hundimiento. La elección de la prensa corre por la arbitrariedad de quien les habla. El morbo, la tergiversación, el encubrimiento, es todo mérito de ellos. Recuerdo aquel dicho con el que alguna vez despertara mi adolescencia un amigo: Cuando Juan me habla de Pedro, me habla más de Juan que de Pedro. El medio, es el mensaje apuntaría lucidamente Marshal McLuhan. Los medios armaran el guiso a su medida y te sentaran a su mesa para ingerirlo. 


No habrá preguntas, porque no quedará tiempo para eso. Los platos caerán con la velocidad de una cascada imposible sin importar tu hambre o tus gustos. El cocinero será tu hambre. El cocinero, será tus gustos. “Al nacer, caí en un pozo de mierda olvidado por dios” nos dirá Mickey Knox, interesantísimo protagonista del film “Asesinos por naturaleza” del amigo Oliver Stone. Con esa frase Bukowskiana quedará definido el personaje y su conflicto. El film será una crítica ácida y contundente a los medios de comunicación y a su inferencia en las sociedades. Trabajará una estructura tan llamativa como efectiva que se desarrollará en base a la simulación de un zapping continuo. Esto creara el efecto de presentar toda la información en un mismo plano de importancia. Será también un claro espejo donde veremos reflejado nuestro accionar como televidente inconstante, espectador efímero, nadando entre la basura de un millar de canales que no dicen nada. También protagonizara el relato Mallory, interpretada por la bella Juliette Lewis


La película también nos narrará su terrible historia y lo hará utilizando el formato de sitcom. Veremos situaciones terribles y angustiosas rematadas con el sonido típico de las risas enlatadas lo cual generara una atmósfera tan siniestra como cierta. No tardaremos en recordar aquel maravilloso film de David Lynch que utilizaba la misma herramienta para causar un efecto similar, les hablo de Rabbits. La fotografía será un gran collage. Notaremos cambios de formatos, los planos serán invadidos por terribles rojos, seductores blancos y negros. Ciertas secuencias estarán trabajadas con en leve granulado en la imagen, las paletas pasteles serán acribilladas por los cromas. Todo este quilombito, no hará más que acentuar la sensación de irrealidad. Solo con esa sensación instalada podremos digerir la violación de una adolescente entre las macabras risas de un público invisible pegado a un romántico casamiento con las montañas y un precioso lago como únicos testigos. Mallory y Mickey irán adentrándose en su infierno y cada paso que darán dentro de aquella inmundicia ira purificándolos. 


El film comenzará mostrándolos como criaturas violentas y carentes de escrúpulos, pero cuanto más adentro lleguemos de aquel averno descubriremos que su entorno es tanto o más violento y miserable que nuestros protagonistas. Bukowski una vez escribió: Somos como rosas que nunca se molestaron en germinar cuando debíamos haberlo hecho, y es como si el sol se hubiera hartado de esperar. En aquel ramo marchito encontraremos, seguramente, a Mallory y Mickey. También estaremos nosotros y algunos de nuestros amigos. Será un ramo lleno de experiencias extraordinarias y carentes de hipocresías, puedo sentirlo. Será un ramo en el que todos viviremos en la absoluta certeza de que Jesús no nos quiere para un rayo de sol.

Lucas Itze.-

Canción post análisis


Y porque nacimos para ser salvajes


y porque seguimos creyendo


FICHA TÉCNICA

Título original: Natural Born Killers
Año: 1994
Duración: 120 min.
País: Estados Unidos
Director: Oliver Stone
Guión: David Veloz, Richard Rutowski, Oliver Stone (Historia: Quentin Tarantino)
Música: Varios
Fotografía: Robert Richardson
Reparto: Woody Harrelson, Juliette Lewis, Tommy Lee Jones, Robert Downey Jr., Ashley Judd, Tom Sizemore, Yared Harris, Russell Means, Rodney Dangerfield, Evan Handler

Argumento

Mickey y Mallory Knok (Woody Harrelson y Juliette Lewis) son una pareja de asesinos, que van matando a todos los que se les cruce en su camino. Todo comenzó con el asesinato de los padres de ella, que era abusada por su padre y su madre no hacía nada para impedirlo.
A partir de ahí ambos empiezan un raid de asesinatos, que llega a las cadenas de televisión, cuando el periodista Wayne Gale (Robert Downey Jr), conductor de American Maniacs, un programa sobre asesinos seriales, empieza a darle minutos de fama. La pareja empieza a tener adeptos en diferentes partes del mundo, desde el mismo USA hasta lugares tan lejanos como Francia o Japón.
Por su parte, el policía Jack Scagnetti (Tom Sizemore), famoso por sus libros biográficos sobre delincuentes atrapados por él, empieza a perseguirlos.
Luego de escapar de la policía, su auto se queda sin combustible, en el medio del desierto. Allí ingieren unos hongos alucinógenos y se encuentran con un nativo que les da hogar por una noche. Mickey se despierta alucinando en el medio de la noche, recordando el maltrato de su padre y por error asesina al nativo. Mientras discute con Mallory los pican unas serpientes venenosas. Ambos piensan que llegaron muy lejos y es hora de dejar de matar.


Van hasta un supermercado a buscar el antídoto contra el veneno, y descubren que el único empleado que había, los reconoce por estar viendo American Maniacs y activa la alarma. Ellos lo descubren y lo asesinan, pero cuando salen está rodeado de policías. Luego de que Scagnetti tome por la fuerza a Mallory, Mickey decide rendirse.
Un año después, ya en prisión y antes de ser trasladados a otro lugar, el periodista Wayne Gale logra hacerle una nota en vivo, después de convencer al director de la prisión Dwight McClusky (Tommy Lee Jones), que saldrá luego de la final del Super Bowl.
Durante el reportaje, los prisioneros arman un motín y empieza una guerra entre ellos y los guardiacárceles, Mickey logra hacerse de una escopeta de un guardia, y va en busca de Mallory, quien justo está a punto de ser abusada por Jack Scagnetti.
Mickey llega, asesina a Jack y se escapa junto a Mallory, con la ayuda de Wayne y un policía, todo transmitido en vivo para la TV.
Una vez que escapan, sólo ellos tres y la cámara quedan con vida. Deciden asesinar a Wayne y escapar felizmente juntos, con la cámara como única testigo…


TRAILER


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