Programa
29 (30-09-2013)
EDITORIAL
El
sueño se rompe con un golpe estrepitoso contra la reja. Tu imagen estalla en
mil pedazos y caigo dolorido a la realidad de mi hueco. Desde acá no puedo ver
el cielo, de él solo me quedan algunos recuerdos que descarto por mentirosos.
Supongo que por algún lado, el sol comienza a devorar las sombras de la ciudad,
con la devoción ancestral de un lobo hambriento. Supongo su caminata lenta y
continua, con la elegancia del monarca pasando frente a sus súbditos. El hedor
es sofocante, vahos de orina rancia recorren cada milímetro de esta prisión. Se
entrometen por tu nariz, por tu ano, por tus poros. Te invaden y se te adhieren
a tu cuerpo hasta hacerte olvidar para siempre tu nombre. Los gritos aquí no cesan nunca, algunos
gritan por las noches, a pesar de los palazos, otros, solo lo hacen de día y
otros, simplemente no paran de hacerlo nunca. Con el tiempo llegas a
naturalizarlo de tal manera que ya no extrañas el silencio, pero ojo, ninguno
se siente orgulloso por ello. Simplemente lo haces para no caer en la locura,
en la desesperación de querer salir corriendo, de golpear con fuerza las rejas,
primero con los puños, luego con la sangre y finalmente con los huesos. Golpear
con tanta locura, con tanta desesperación hasta que la vista se te nuble, para
despertar nuevamente al otro día con el maldito ruido en la reja, y otra vez tu
imagen que estalla… Con el correr del tiempo, estos agujeros inefables, estos
oscuros olvidos en la mente de cualquiera, fueron evolucionando siniestramente.
El sistema punitorio, inicialmente, se efectivizaba sobre el cuerpo del
individuo. Desgarrando su carne a la vista de todos, arrancando sus miembros
con la precisión de una bestia salvaje. Pero entonces, el morbo no estaba
saciado en su totalidad, el plan fue perfeccionándose y tomo un frío glaciar
impensable. Fueron por algo que no necesitaban golpear ni romper para lograr
dominación sobre nosotros. Fueron por algo intangible. Tu libertad. Sometiendo
tu libertad a sus caprichos su sueño descansaba tranquilo por las noches sabiendo
que el plan estaba en marcha.
Por eso, desde acá, desde la oscuridad del olvido,
pienso que mi realidad no es tan diferente a la tuya. Pensalo bien… ¿Alguna vez
diagramaste el recorrido que haces todos los malditos días de las semanas?
¿Nunca te diste cuenta que utilizabas las mismas calles a los mismos horarios?
¿Nunca se te dio por pensar que tus palabras, tus ideas, tus nervios, están tan
muertos como el árbol que dio la hoja sobre la que escribo? ¿No se te ocurrió
nunca que tus angustias están catalogadas en un libro de angustias y que tus
sentimientos están inventariados como tristes productos de supermercados? ¿No
sentís que el sol sube una y otra vez y cada día tus únicos objetivos, tus
únicas metas, son solamente generar plata, y más plata, para cambiar el auto, para arreglar la casa?
¿No pensaste nunca que lejos quedo la aventura, aquel viejo barco pirata de
velas rojas?
¿Quién
es el preso entonces?
Quizás
haya otra realidad para todos nosotros, quizás no. Brindo desde mi oscuridad,
desde el olvido de todos ustedes, desde la sombra misma, para que un día
logremos romper esta neblina que ciega nuestros ojos. El último de nosotros,
escupirá sobre los escombros de esta endemoniada matriz.-
Lucas
Itze.-
Canción elegida para la editorial
IMPRESIONES
PARA THE MATRIX
Despierta
Neo… la Matrix
te tiene. Esta frase es la que
aparece en el monitor del personaje, a pocos minutos de haber comenzado la película. Irónicamente
es la frase que despierta al protagonista, interpretado correctamente por Keanu
Reeves, pero a su vez, es la frase que nos invita a soñar. A soñar que hay otra
realidad, muy diferente a esta, repleta de horarios cronometrados, de polvos
ocres y caricias anestesiadas por la rutina del amor. Siempre creí estar
asistiendo a la imagen holográmica de una fiesta que ya había terminado hace
tiempo. Persistentemente sospeché que mis colores se disolvían bajo el baño de
luz de una estrella muerta vaya uno a saber cuando, apagándose como un pucho,
contra la fría soledad del espacio. Espié con desconfianza aquellos muros
invisibles que ahuyentaban mis pasiones y sentí pánico por esas calles que me
obligaban a caminar como el resto.
Matrix no agrega argumentos, pero si revive
aquella vieja angustia. La película es tan futurista en la proyección de su
historia, como clásica en la construcción de su relato. Condimentaran este
caldo, todos los ingredientes clásicos. Por allí estarán los tres actos
Aristotélicos, en los cuales el primero se ocupara de desarrollar la
presentación del personaje y del conflicto. Vendrá inmediatamente, un punto de
giro, que ayudara al movimiento del relato en la curva dramática. Hablo acá del
instante en que Neo tiene que decidir tomar la pastilla roja o la azul. Si la elección
hubiese sido la pastilla azul, estaríamos hablando de otra película. En cambio,
la elección fue la roja, entonces, la película continúa. Esta elección dará
lugar al inicio del segundo acto, donde se desarrollara el conflicto principal
del drama hasta llegar a un segundo momento de decisión del personaje.
En el
segundo punto de giro, nuestro héroe decide no dejar la Matrix y luchar contra los
agentes, los alguaciles del plan. Se da
cuenta que es el elegido, o por lo menos ahora tiene algo por que intentarlo,
el amor de Trinity. Iniciará, entonces, el tercer acto, el referente al
desenlace, el cual está dividido en dos tiempos: el clímax y la resolución. En
términos del relato, es probable que estos dos tiempos correspondan a la lucha
final de Neo con el Sr. Smith y su monologo final. Encontraremos también, aquel
primer portal hacia el mundo fantástico, descripto de manera tan bella en “El
Héroe de las mil Caras, psicoanálisis del mito” de Campbell, como también los
ayudantes, la diosa, representada por Trinity. No nos olvidemos, después de
todo, que el viaje de Neo, no es otra cosa más que un viaje interno. Un viaje a
su yo, para esparcir la espesa bruma que impide su visión. Recuerdo acá el
dialogo entre Morfeo y Neo, donde este último dice: Me duelen los ojos ¿por que? Morfeo responde: Por que nunca los has usado. Matrix innovara en la utilización del
espacio escénico, cabe destacar que la premisa de que todo lo percibido es
falso, funciono como un gran desafío para el departamento de fotografía y de
efectos especiales del film.
Estos dos grupos ayudaran a generar un verosímil
en donde la gravedad no exista, o sea manipulada caprichosamente por los
cuerpos, lo que permitirá que la cámara realice un giro de 360º alrededor de un
objeto suspendido en el aire. También gozara de este manejo la sustancia de la
materia, encontraremos por ahí, cucharas que se doblan, paredes que ceden con
la generosidad de una hoja. Aquella otra realidad planteada por Matrix, se
meterá en tus sueños, como un virus que se instala y espera ser activado. Abrir
los ojos será doloroso y conllevara una angustia ancestral nunca antes vivida. Quien
les habla, esta seguro de que prefiere morir en la búsqueda atormentada de una
verdad, a vivir en la calidez y seguridad que otorgan los brazos de esta
mentira. El plan esta ahí, funcionando en cada adiós que nos decimos, en la
suma de los números de tu departamento, en la mirada desvelada del encargado de
tu edificio, en los tristes bits que generan las letras que toco. Todo esto
puede ser verdad o no, no lo se. Lo que si sabemos, es que para nosotros
siempre la elección será la de la pastilla roja. Aunque terminemos luego,
muriéndonos de soledad en la oscuridad de un hospicio.-
Lucas
Itze.
También escuchamos algo de Las Pelotas:
Y nos fuimos con esta gran canción:
FICHA
TÉCNICA
Título
original: The Matrix
Año:
1999
Duración:
131 min.
País:
Estados Unidos
Director:
Andy Wachowski, Lana Wachowski
Guión:
Andy Wachowski, Lana Wachowski
Música:
Don Davis
Fotografía:
Bill Pope
Reparto:
Keanu Reeves, Laurence Fishburne, Carrie-Anne Moss, Joe Pantoliano, Hugo
Weaving, Marcus Chong, Gloria Foster, Matt Doran, Belinda McClory, Julian
Arahanga, Anthony Ray Parker, Paul Goddard, Robert Taylor, Marc Aden Gray
Sinopsis
Thomas
Anderson es un programador de una importante empresa de software, lleva una
vida tranquila y normal, pero fuera del trabajo, es Neo, un hacker de los más
sofisticados del mundo cybernético. Un día un grupo liderado por Morfeo lo
contactará para mostrarle que no todo es tan real como parece, y las respuestas
sólo se podrán encontrar en un lugar: en Matrix.
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