SINOPSIS
El obstinado
sobrino del rey Arturo (Dev Patel), se embarca en una temeraria misión para
enfrentarse a "el caballero verde", un misterioso gigante que aparece
un día en Camelot. Aunque pone en riesgo su cabeza, emprende una aventura épica
para demostrar su valía ante su familia y la corte.
EDITORIAL
El paisaje muestra una imagen que parece un cuadro. Hay mucho verde, como salido de algún cuento irlandés. Sobre el final se alcanza a ver un acantilado. Es lo que uno se imagina porque más al fondo, solo hay agua y yace el horizonte. Es el final del camino. La última página del cuento. Es la muerte que nos llama. Es el destino, decididamente. ¿Qué bosques, selvas, praderas tuvimos que cruzar para llegar allí? ¿Cuál fue nuestro refugio seguro en medio de todo ese caos? Ir y venir. Tomar caminos, como en esos libros de “elige tu propia aventura”. Y si esa aventura… ¿Terminaba siempre igual? A quién reclamarle. ¿Somos los dueños de nuestros propios pasos? A veces, hay que retroceder para volver a empezar. Y no, no es un fracaso. Fracasar es no haberlo intentado. Intentar hasta que se rompa la pared dijo un Ángel una vez. Porque esas paredes también son el sinónimo de la insistencia, de no quedarse sentado. Aunque estemos encerrados en uno mismo. Siempre habrá una salida.
Siempre habrá una mano para ayudar a
levantarnos. Para que ese bosque lleno de árboles enormes y peligros al acecho,
se transforme súbitamente en una pradera de verdes florecientes y cielos
despejados. Y ahí la cabeza volverá a generar ideas. Otra vez el mundo se
abrirá paso. Saldrán esas palabras encerradas y se transformarán en poesía. Y
así la muerte se va a asustar, claro que sí. Buscará por otros lados y el
acantilado se convertirá en un oasis. Y el viento volverá a silbar sus hermosas
melodías. Y el destino pensará que al final, ese camino fue el correcto. Y los
gritos sin voz quedarán como un amargo recuerdo. Y la vida se volverá fiesta en
cada encuentro. En esos donde las risas fluyen y los tragos pasan. Y el hechizo
se rompe. Y el cuadro se vuelve eterno. Y se convierte en leyenda, como la de
ese caballero verde.
Marcelo
De Nicola.-
Canción
elegida para la editorial
IMPRESIONES SOBRE LA LEYENDA DEL
CABALLERO VERDE
La gran obra de Joseph Campbell no fue solo reunir las ideas de los mitos antiguos, sino también articularlas e interpretarlas. Al realizar esto el autor, llega a una interesantísima conclusión, la idea del monomito. Luego de un extenso análisis, reconoció que los mitos clásicos de la humanidad son básicamente la misma historia narrada, claro, con algunas variaciones. Descubrió que todas las grandes narraciones contienen un patrón de un mito clásico arquetípico, es por ello que la mayoría de las estructuras narrativas de una historia pueden analizarse a través de este patrón del mito del héroe o la heroína. El uso de arquetipos se reconoce en la identificación con personajes que se repiten en mitos de diferentes culturas que hacen directa referencia a representaciones de distintos elementos de la existencia humana. Encontraremos figuras comunes en el mito del héroe como un protagonista, un anciano, la némesis sombría, la aparición femenina, la aparición masculina, el ayudante, etc. Estos arquetipos poseen un simbolismo similar al que genera la psiquis inconsciente en los sueños, por eso funcionan con tanto poder simbólico en el ámbito narrativo. “Los Mitos son mapas de la mente, psicológicamente válidos y realistas, aunque estén vestidos de eventos fantásticos o irreales, son sublimaciones, metáforas de algo más” Esto dirá Joseph Campbell respecto del mito como expresión del inconsciente colectivo.
El mito revela de alguna manera, al igual que el buen arte, algo de la condición humana. Es a través de sus narrativas que sus personajes encuentran a través del periplo respuestas a cuestiones universales del tipo existencialista como ¿Quién soy o cual es mi camino? Centralicémonos un poco sobre la figura del héroe como para comprender brevemente los distintos elementos que componen al mito. El héroe o la heroína arquetípicos, en los mitos clásicos, son personas que usan su voluntad para mejorarse y para mejorar su comunidad. Por lo general emprende un viaje que lo saca de su zona de bienestar para enfrentar una serie de desafíos que lo llevaran al autoconocimiento final pagando claramente un gran costo personal. Comúnmente, el héroe regresara transformado para compartir su conocimiento con los demás. Como bien podemos notar, el héroe está directamente emparentado con el concepto del sacrificio personal. Otra de las figuras utilizadas en las distintas mitologías son las némesis, el monstruo, el enemigo, llamémosle también antagonista si se quiere o el dragón a ser vencido. En el arquetipo occidental, tal como señala Campbell, el dragón es símbolo de poder y codicia, es por eso que se los representa acumulando oro y fortuna, signos de deseo material. Allí entonces queda representado mal o bien un conflicto interno o una injusticia externa ineludible a vencer, matar al monstruo es vencer aquel conflicto inevitable que el héroe debe enfrentar. Aparecerá otra etapa más que interesante denominada el desierto simbólico.
La sociedad es la que moldea al ser poniendo fuertes restricciones a algunos aspectos de su naturaleza. Haciendo de aquel humano un ser civilizado, con todo lo que aquello conlleva. Por lo tanto, el héroe o la heroína deben viajar al desierto simbólico para poder desarrollar todo aquel sublimado potencial, domesticado por la vida en sociedad. Allí comienza el proceso de autoconocimiento, el enfrentamiento con su lado oscuro, con lo más natural de sí mismo, sus debilidades, lo que ayudará a reconocer cuáles batallas dar y cuáles no. Reconocer sus debilidades es reconocer también sus fortalezas. Es por esto qué durante su recorrido, durante su periplo el héroe o la heroína debe ser vencido. Debe ser derrotado en pos de reconocer aquellas falencias, aquella humanidad que lo hace mortal, falible, para poder rearmarse, para poder renacer nuevo y más fuerte, para poder volver mejor y poder encarar aquella pelea final que es su objetivo real con otras armas, con otras fuerzas. El último elemento clave del viaje del héroe o de la heroína es la unión de los opuestos o el matrimonio alquímico. Esto remite a la línea de llegada del héroe o heroína como símbolo de resolución del conflicto. Según nuestro amigo Campbell, este recorrido está organizado en tres grandes partes, las cuales a su vez están subdivididas en pequeños e importantes pasos. Nos encontraremos con el primer tramo que es el de la partida donde estará el llamado a la aventura, habrá un primer rechazo del héroe a esa llamada, aparecerá un ayudante, una ayuda sobrenatural y un cruce de un primer umbral. Aquí comenzará el segundo tramo que es el de la iniciación. El héroe o a heroína caerán torpemente en aquello que llamaremos el vientre de la ballena donde comenzará el despojo de su condición humana, de todo aquello que traía consigo y que evitaba conectar con su parte natural. Iniciará allí entonces el camino de las pruebas, que según Campbell tendrá que ver con destruir el ego y abrazar al opuesto.
Para hacer un recorrido dinámico y no detenernos tanto en cada punto podemos decir que estará el encuentro con la diosa que le otorgará el amor al destino, aquel amor a lo que la vida le depare, la mujer tentadora vendrá a representar todo aquello a lo que el héroe deberá resistir para lograr su transformación espiritual, la reconciliación con el padre o el reconocimiento del padre creador, el momento de la apoteosis o su propia coronación, muy similar al cruce del umbral. Muchas veces se representa como la muerte del héroe o heroína y su posterior renacimiento. Pero recordemos aquí algo de vital importancia, morir es transformar, vencer es transmutar. El héroe aprenderá su propósito, reconocerá al fin su destino y escuchará para él la canción que nunca acaba. Entrará entonces en la última etapa que será la bendición definitiva, la última gracia o bendición final, la obtención de aquel elixir tan deseado que motivo e impulso aquel recorrido que incito a salir al héroe de su lugar de confort, que después de todo, no hay otro hecho heroico más que ese. Vendrá a continuación algo muy curioso pero muy visto en varios relatos: la negativa del héroe al regreso. Siempre hay algo que lo ata y que le impide su regreso, pero este debe volver porque debe imitar al modelo perfecto de los ciclos vitales. Iniciará entonces la etapa del vuelo mágico que es la partida del reino simbólico con la bendición de los dioses, seguirá el rescate del mundo exterior, en este punto el héroe o heroína podrán ser ayudados por otras fuerzas en su regreso ya que el retorno puede ser igual de hostil que la idea.
Al fin vendrá la cuarta fase
que tendrá que ver con cruzar el umbral
del retorno donde deberá utilizar aquello aprendido, esta etapa la encarará
siendo otro u otra, con otro aprendizaje, con otras herramientas. Allí
comprenderá entonces algo maravilloso que tendrá que ver con que el
talento del maestro reside en la libertad de pasar de un lado a otro sin
contaminar los principios de ninguno de los dos mundos. Encontrará un
equilibrio entre lo material y lo espiritual que lo conservará integro. Nuestro
héroe, nuestra heroína estará listo, lista para entender que nada perece, sino
que todo se transforma y allí encontrará el final del viaje que no es otro que la libertad de vivir. La película
que nos congrega hoy es La leyenda del
caballero verde, pero bien podría haber sido cualquier otra. Hoy hablamos
de estructuras, hablamos de mitologías y personajes arquetípicos, hablamos de
una película para hablar de todas. De aquellas más complejas hasta las más
sencillas. En todas ellas encontraremos esta estructura ordenando sus componentes,
sus fuerzas narrativas, sus intenciones. Porque hay algo más potente que
nosotros que las motiva, hay una mano ancestral que todavía las narra desde
nuestro inconsciente alrededor de una fogata que nunca se apaga que lejos de
darnos felicidad nos tranquiliza y nos serena.
Porque bien sabemos a esta altura de nuestras vidas, que la felicidad no
lo es todo. Le preguntaban no hace mucho al poeta Antonio Gala, gran creador de relatos por otra parte, donde
encontraba la felicidad, a lo que el poeta respondió: Yo hace tiempo que no la
busco. Si la felicidad tiene que venir vendrá, sino que zurzan, porque tampoco
es imprescindible. Para mi es imprescindible otra cosa, como por ejemplo la
serenidad. ¿Y qué es la serenidad? La serenidad es sentirse como una pequeña
tesela de un gran mosaico, prescindible, mínima, confusa… pero en su sitio. He
ahí, queridos amigos y amigas, la magia de toda escritura.
Lucas Itze.-
Canción post
impresiones
UNIVERSO LOWERY
Nacido en Milwaukee en 1980, desde chico, David Lowery, se interesó por el
cine. En 1987, con tan solo siete años, rodó un pequeño
cortometraje llamado Polstergeist, en honor a la famosa película
del mismo nombre. En 2005 aparece como director de Deadroom, una
película de episodios donde trabaja junto a otros tres directores (James M.
Johnston, Nick Prendergast, Yen Tan). Durante esos primeros años siguió
dirigiendo cortometrajes, como el documental Some Analog Lines (que
trata sobre el proceso de creación, que examina la dicotomía entre la
tecnología digital y el proceso artístico del cine), y las ficciones The
Outlaw Son y A Catalog of Anticipations. En 2009 llega su
primer largometraje, St. Nick, la historia de dos hermanos pre
adolescentes que dejaron su casa y viven en el bosque, mientras se acerca el
crudo invierno de Texas e intentan sobrevivir. En 2011 dirige otro corto
llamado Pioneer, y en 2013 llega Ain't Them Bodies Saints (En
un lugar sin ley), la historia de un fugitivo que cruza Texas para
reencontrarse con su esposa y la hija que no conoce. Con Casey Affleck y
Rooney Mara. Gana el Premio a Mejor Fotografía en Sudance,
además de ser considerada una de las diez películas independientes del
año.
En ese mismo año dirige otro corto llamado Until We Could,
además algunos capítulos de la serie Rectify. En 2015 también es
llamado para dirigir algunos capítulos de la serie documental Breakthrough para
la National Geographic. En 2016 dirige la película para
Disney, Mi amigo el Dragón, la historia de Peter, un niño que
afirma que vive en un bosque con un gigante dragón. En 2017 llegó A Ghost Story, donde sorprende al público y a la crítica. Al año siguiente filmó Un ladrón con estilo, la historia de un
ladrón de bancos que pasó parte de su vida en prisión o intentando fugarse de
ella, cosa que hizo en 18 ocasiones, y su último robo fue en el año 2000 con 80
años. Con Casey Affleck, Robert Redford,
Sissy Spacek y Danny Glover, entre otros. Luego llegó La leyenda del caballero verde, para
filmar otra película de aventuras en 2023 cuando se puso al frente de Peter Pan y Wendy. Para este año se
espera el estreno de Mother Mary, con Anne
Hathaway como protagonista.
FICHA TÉCNICA
Título original: The Green Knight
Año: 2021
Duración: 130 min.
País: Estados Unidos
Dirección: David Lowery
Guion: David
Lowery. Poema: The Gawain Poet
Reparto: Dev
Patel, Sean Harris, Alicia Vikander, Joel Edgerton, Brry Keoghan, Ralph Ineson,
Kate Dickie, Sarita Choudhury.
Música: Daniel Hart
Fotografía: Andrew Droz Palermo
PELÍCULA COMPLETA
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