SINOPSIS
Para Anna, una
niña de nueve años, la vida se desarrolla apacible y confortablemente entre su
escuela religiosa y la casa de sus padres, Marie y Fernando. La única sombra la
representa un tío que lucha contra el franquismo en España. Es comunista y de
él no se debe hablar en familia. Finalmente, la detención y la muerte de este
tío, un viaje a Chile y algunos encuentros, acontecimientos cuya importancia
Anna no percibe, transformarán profundamente a sus padres y enriquecerán su
visión del mundo. (FILMAFFINITY)
EDITORIAL
Ir contra el poder es ir contra el paradigma. Es atacar sus cimientos no para romperlos sino para definitivamente eliminarlos. Construir una casa sobre las ruinas de la anterior esta siempre más cerca de la metamorfosis fallida que de la voluntad verdadera de cambio. Entendemos que una metamorfosis falla cuando su finalidad primaria se ve embestida por el acto poético, deteniendo así su proceso, su movimiento último. Sucede entonces que el objeto metamorfoseado posee aun consciencia de su ser anterior. De esta manera yo podría convertirme en este mismo instante en una birome y sentir así como surgen de mis entrañas aquellas palabras que siempre quise decir. Vería, no ya desde mi condición humana, fluir con la frescura propia del canto de un río aquello silenciado, aquello reprimido y también, por qué no, aquello doloroso jamás exteriorizado. Allí habría entonces la nostalgia, la angustia y el sufrimiento. Allí, estimada tertulia, habría el arte. Ese sería claramente su punto de ataque ideal, allí estarían dadas las condiciones tal vez más movilizantes para que el hecho artístico surja, se produzca y se genere. Pero aquello no es una metamorfosis.
Aquello no habría sido un verdadero
cambio. En esas circunstancias la nueva casa se erigiría sostenida aun por su
viejo modelo. La nueva casa sería incluso la vieja casa. Una metamorfosis real
es otra cosa. No cabría lugar para el recuerdo ni las añoranzas en un proceso
metamórfico completo. Miguel de Unamuno decía que en la constitución del
ser entraba en juego, entre otras cosas, la memoria sostenida en el tiempo de
aquello que se había sido. De esta manera, entonces, la birome jamás debería
perder su memoria de birome aunque esta haya sido creada brevemente para la
torpeza de este ejemplo. Aquel insecto abominable que nos espía desde el rincón
más oscuro de la alienación humana jamás debería recordar haberse llamado
alguna vez Gregorio Samsa. En la
mutación se eliminan los cimientos. Las teorías anarquistas señalan con gran
acierto la idea de que destruir siempre es fácil. La gran aventura, el
verdadero desafío se esconde entonces en las acciones conjuntas de destruir y
construir. Construir sin destruir, nos decía nuestro querido Zito Lema,
no supera nunca la ilusión.
Lucas Itze.-
Canción elegida para la editorial
IMPRESIONES
SOBRE
La mirada del niño es inquisidora. Desde su inocencia pueden llegar las
preguntas más complejas. En sus primeros años es cuando mas aprenden, más
dudan, más información intentan almacenar. Es así, que en los últimos años se
ha puesto sobre el tapete el tema de la adoctrinación en los colegios. Los
intereses políticos y económicos han corrido del eje ciertos debates para
beneficiar a los más poderosos y la denuncia es casi sistemática. Pero amigos,
pensemos ¿cuando no estuvimos adoctrinados? Colegios religiosos, descubrimiento
de América,
“A mí, la palabra denuncia me interesa, pero yo prefiero utilizar la de mostrar. Luego, si uno denuncia o no es otra cosa. Es el público quien tiene que decidir.” Dijo alguna vez el gran Constantin Costa-Gavras. A pesar de su declaración, sus films siempre fueron un claro ejemplo de cine de denuncias, entre los que encontramos Z, Estado de Sitio o Desaparecido, los más premiados y conocidos. El realizador franco-griego es el padre de Julie, la directora de esta cinta, que forma un hilo entre dos cuestiones muy personales: por un lado, el homenaje a su padre en esto de mostrar para que el público decida (aunque siempre entenderemos donde se para) y por otro, los tintes autobiográficos del film. La historia estará contada a través de un guión lineal firmado por la directora junto a Arnaud Cathrine. La cámara se posará en la mirada de la niña. Los planos en muchos casos estarán compuestos desde la altura de la protagonista. No estaremos ante una fotografía maravillosa, veremos algunos rojos fuertes complementándose con los azules fríos y blancos, formando así los colores de la bandera francesa. La película tendrá como pie de apoyo fundamental la actuación de la joven Nina Kervel-Bey que es quien sostiene el film desde el principio hasta el final, en un gran mérito de la dirección de actores. Ella vive en una casa bastante imponente pero todo cambia cuando sus padres comunistas empiezan a militar en apoyo al presidente chileno Salvador Allende.
Ella, que va a un colegio
católico y que tiene abuelos burgueses (y de parte de su padre, pro
franquistas), comenzará a cuestionar todo lo que sus ojos ven y pueden
interpretar. Las mudanzas a casas más chicas, los cambios constantes de niñeras
y la aparición de latinoamericanos en su hogar se transforman en moneda
corriente. Gavras decide contar desde esa mirada, y ahí quizás es donde raya lo
autobiográfico, la compleja situación del camino hacia el mundo adulto
politizado e idealizado. Lo hace sin ahondar demasiado en el activismo político
y con una mirada edulcorada de esas luchas sociales. Podríamos pretender que
algunas escenas sean más comprometidas, como en una escena en una manifestación,
pero entendemos que la historia siempre se cuenta desde la inocencia de Anna. Y
allí estará ella para seguir cuestionando todo y poco a poco, entender ciertos
valores solidarios y familiares. Estarán ahí sus dudas sobre si siempre las
mayorías tienen razón. Recordará consejos de sus padres pero no se olvidará de
ciertas historias de sus abuelos. Entenderá sobre el final ciertas causas y
consecuencias. Será ella quien tome de la mano a su padre ante tanta
injusticia. Y estará en nosotros seguir protegiendo y ayudando a las nuevas
Annas, deconstruyendo ciertas historias, para lograr nuestra ansiada liberación
mental.
Marcelo De Nicola.-
Canción post impresiones
UNIVERSO GAVRAS
Nacida en 1970, es la hija del gran director franco-griego Constantin
Costa-Gavras (Z, Missing, Estado de Sitio), tres veces ganador en Cannes.
Luego de graduarse en Literatura y Leyes, Julie Gavras se volcó al cine.
Comenzó su carrera como asistente de dirección en Italia y Francia para
comerciales, películas para televisión y cine. Ha trabajado con directores tan
diversos como Robert Enrico, Claire Devers, Jacques Nolot, Alexandre Jardin,
Camille de Casabianca, Roberto Faenza y Michele Soavi. También ha
trabajado con su padre en la película dramática sobre
FICHA TÉCNICA
Título original: La faute
à Fidel! (Blame It on Fidel!)
Año: 2006
Duración: 99 min.
País: Francia
Dirección: Julie Gavras
Guion: Arnaud Cathrine,
Julie Gavras. Novela: Domitilla Calamai
Música: Armand Amar
Fotografía: Nathalie
Durand
Reparto: Nina Kervel-Bey,
Julie Depardieu, Stefano Accorsi, Benjamin Feuillet, Martine Chevallier,
Olivier Perrier, Marie Kremer, Raphaël Personnaz, Mar Sodupe
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