jueves, 4 de mayo de 2017

LA VIDA DE ADÈLE - LA VIE D´ADÈLE


EDITORIAL

El fuego crece lentamente. Las llamas devoran todo a su paso. El corazón late más rápido, tratando de escapar del incendio. Son los primeros avisos. Las primeras miradas escondidas lograrán un efecto rebote. Será un pequeño juego que comenzará como un secreto. Un juego donde cada uno es protagonista de su propio destino. Un secreto que será solo suyo, aunque se quiera gritar con toda la voz. Será el punto de partida para un circuito de deseos que se convertirán en pasiones. Serán crueles esos primeros verdaderos intentos de florecer. Quedarán marcas para toda la vida. El cuerpo se entregará a la pasión en un acto sexual inhibido, con mirada de telefilm. La nueva aventura tendrá a los ojos de los buitres olfateando cada paso, pensamientos sacados de siglos anteriores, idolatrando una falsa moral totalmente muerta. Será la propia revolución interior la que permitirá evitar darle de comer a los lobos, que tendrán que ahogarse en su propio vómito. 


Será la fortaleza mental la pieza clave para transitar ese recorrido, donde las primeras vueltas serán la exploración del nuevo territorio. Se generarán dudas que prontamente serán disipadas. Momentos que quizás podrían ser insignificantes, perdurarán en el recuerdo. Un objeto, una mirada, una simple palabra. Y también, como en toda historia donde haya pasión, llegará el adiós. El adiós será frío, como todas las despedidas. Se venderá el corazón al mejor postor, que aprovechará la oferta, casi sin esforzarse. Pasarán horas, días, luego transformados en años, pero una pizca de esos sentimientos seguirá rebotando entre las angostas venas. De repente, se erizará la piel, como si un fantasma se posara sobre los hombros. Una mirada se clavará nuevamente y encontrará esos ojos, y el aroma de esa piel, ya no tan joven. Habrá un abrazo con suspiros de perdón, y las palabras no harán falta. El tiempo retrocederá eternamente. Las luces de los autos se detendrán en un pasado perfecto. Los lienzos de las sábanas volarán por los aires, como cuando eran jóvenes adolescentes. Será la noche eterna, y será única. Será el secreto guardado año tras año, que servirá para revivir una vida extinta. Será amor, será pasión, será historia, como lo había sido una vez…

Marcelo De Nicola.-

Canción elegida para la editorial



El tema que suena durante la película



IMPRESIONES SOBRE LA VIDA DE ADÈLE


Teniendo en cuenta la temática que hoy nos convoca, no estaría mal comenzar  hablando sobre el amor, hablar sobre la importancia que tiene para tantos dar aquella batalla. No sería erróneo recordar los dichos del artista gráfico ligado al impresionismo y el simbolismo, James Whistler, donde anunciaba con especial claridad: “Art Happens” el arte sucede y transpolar tal como lo hiciera Borges alguna vez, aquel dicho al amor. El amor sucede. La flor es porque si, dirá en su poema Angelus Silesius, sin dar más explicaciones. Sin dudas el inicio de todo esto hubiera sido otro, pero hoy, es tal vez otra la llama que nos congrega. Hoy tal vez, los que este lugar ocupamos, miramos con triste descreimiento aquellas metáforas que antes nos conmovían. Hoy quizás, mis amigos, nuestras bocas reconocen con certeza el agrio sabor de las derrotas y las penumbras nos encuentran acongojados tras la pérdida de aquella inocencia, tan necesaria tanto para el amor como para el arte. Si yo pudiera como ayer, querer sin presentir, nos lanzará Discepolo en el verso más triste y desesperado que jamás se haya escrito nunca. El amor, es el virus. El amor está lleno de ansiedades, de dudas, de exigencia y perversidad. El amor, ha encerrado a la aventura dentro de una casa y ha tirado las llaves para siempre. El amor ha proyectado, instalándose en un futuro inexistente, nos ha hecho dependientes y ha duplicado ese dolor causado por aquella angustia que es todas las angustias, aquel terrible padecimiento, sombra de todos los seres, proveniente del sentimiento trágico de la vida, el sentimiento de saber que un día, sin saber cuándo ni dónde, vamos a morir. 


Amar, es entregar el timón y dejarse gobernar por el otro. O como lo señalara el poeta Oliverio: es un pretexto para adueñarse del otro, para volverlo tu esclavo, para transformar su vida en tu vida. Y en aquella batalla se encontraron alguna vez Adele y Emma, y fue aquella pasión la que se abrió camino sobre la curva dramática sobre la cual este relato se crea. El film trabajará la exploración y reconocimiento sexual de Adele, una bella adolescente interesada en la literatura quien se enamorará de Emma, una artista grafica estudiante de bellas artes. Será a través de una novela que lee nuestra protagonista, cuyo nombre entra en juego directo con el del film, “La vida de Marianne” de Pierre de Marivaux, desde donde se justifique la estética de la película. Alguien se quejará porque la novela es demasiado descriptiva, ella contestará apasionada que aquellas descripciones hacen al personaje del libro, que Marivoux busca con ellas que el lector experimente lo que la protagonista siente bajo su piel. Allí entonces, estará también el juego del director Kechiché, respecto del sexo explícito narrado en el film. La fotografía del relato apoyará también esta idea trabajando la gran parte de la obra con tamaños de cuadro cortos. 


Por lo general no superará el plano entero, centrándose en los primeros planos y planos detalles. Por momentos será sofocante, tanto como la pasión vivida entre ambos personajes. La cinta contará con excelentes actuaciones, las cuales por momentos sentiremos improvisadas por la frescura y naturalidad que expresan. Llegará entonces, la traición y se alimentará de aquella preciosa construcción tan firme en experiencias nuevas, en reafirmaciones y libertades. Caerá dolorosamente aquella bella obra que fueron. Caerá desnudando al ser humano, caerá mostrando lo peor del virus. Adele no podrá olvidarla jamás, y quedará atrapada en aquellos besos que ya no existen. Emma, continuará con su vida, aun habiendo fallado también en lo que sea que el olvido propone. Asistiremos a una última muestra de los cuadros de Emma, y algo se romperá en nosotros también al notar que la modelo de sus pinturas ya no es Adele. Entenderemos, entonces, que el gran dolor que conlleva el virus del amor, aquel sentimiento que abraza la ausencia, no es otro que el saber que uno deja de ser la musa del otro, deja de inspirar al otro, en aquella mentira que implica el arte. Tal vez el amor busque convencernos de que somos mejores. Tal vez la única manera de escapar a aquella realidad sea corriendo más rápido que ella. Cuando el cansancio nos llegue, espero tenerte a mi lado. Solo así, evitaremos la nostalgia al recordar aquel Amor de Juventud.-

Lucas Itze.-

Canción post impresiones



Les presentamos a Keny Arkana


Y nos fuimos con otro gran tema de ella



FICHA TÉCNICA

Título original: La vie d'Adèle - Chapitre 1 & 2
Año: 2013
Duración: 180 min.
País: Francia
Director: Abdellatif Kechiche
Guion: Abdellatif Kechiche, Ghalya Lacroix (Novela gráfica: Julie Maroh)
Música: Varios
Fotografía: Sofian El Fani
Reparto: Adèle Exarchopoulos,  Léa Seydoux,  Salim Kechiouche,  Mona Walravens, Jeremie Laheurte,  Alma Jodorowsky,  Aurélien Recoing,  Catherine Salée, Fanny Maurin,  Benjamin Siksou,  Sandor Funtek,  Karim Saidi

SINOPSIS

Adèle (Adèle Exarchopoulos) tiene quince años y sabe que lo normal es salir con chicos, pero tiene dudas sobre su sexualidad. Su vida cambiará para siempre cuando conozca a Emma, una joven de pelo azul, que le descubrirá lo que es el deseo, y el camino hacia la madurez. Así, Adèle crecerá, se buscará a sí misma, se perderá y se reencontrará... y todo ello bajo la atenta mirada de los que le rodean.

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