PROGRAMA 77 (01/11/2014)
EDITORIAL
La
vida es eso que dejamos pasar mientras estamos ocupados haciendo otros planes”
eternizó, hace ya un tiempo, nuestro amigo Lennon. De esta manera tan sencilla
le transmitió a su hijo la complejidad de aprovechar el plan más importante al
que estamos sujetos y, que en definitiva, es lo que nos resuelve como
individuos. Esa complejidad es la que nos condena a permanecer estáticos, salvo
en nuestro ejercicio de creer ciegamente en los sentidos. Del mismo modo
creemos ver a las palabras recorriendo el espacio, llegar a un destino y, como
consecuencia, deslizar también los objetos que encierran, cuando es demasiado
fácil demostrar que todo aquello representado tiene una naturaleza, de por sí,
inmóvil. La imagen más apropiada para entender esto sería la concepción del
viejo, conocido y efímero presente. Nada representa, como el presente, el
sentido de lo inmóvil.
Desde
este punto de partida, me gusta jugar con la idea de vernos como si fuésemos
espejos. Reflejando, caprichosamente, un universo en constante acción.
Adoleciendo desde el vidrio el no poder hacer contacto con nada de lo que se
refleja. No poder sujetar un Sol arrojado por una cuerda salvo desde el
recuerdo. Entonces será el recuerdo lo que guie la dirección del reflejo. Será
recuerdo ese reflejo y así hacia el infinito presente.
Nos convenceremos, desde
esa quietud, que recorremos el espacio a nuestro criterio, porque llamaremos
dolor a aquella noche lluviosa en la que corrimos en busca de un beso más.
Llamaremos alegría cada aparición majestuosa del sol y la luna. Ante cada
reflejo una palabra que la hace rodar. Y entonces, la lejanía. El miedo a que
todo se nos escurra entre los dedos de nuestras falsas manos. La desesperación
de lograr perpetuar las cosas más amables o por lo menos las menos dolorosas. Y
en esa desesperación, la violencia más inhumana, el egoísmo, la venganza. Se
velarán aquellos recuerdos de la niñez y con ellos morirán los reflejos más
nobles, los actos más bondadosos, el jugar convencidamente de que nunca seremos
espejos, sino la energía más pura fluyendo de la realidad misma. Veo
resquebrajarse a los vidrios más espesos ante la presencia de esos milagros. Y
desde aquellas rajaduras se escapa el amor, la justicia, el perdón, el vivir.
Estoy convencido que allí se encuentra la salvación, si es que hay que salvarse
de algo. Allí recordaremos las melodías más hermosas y serán nuestras. Tengo la
certeza de que a desde de aquella rajadura fue que Lennon escribió pensando en el
hijo….
Alan
Beneitez
Canción elegida para la editorial
IMPRESIONES SOBRE EL HIJO
Plantar
un árbol, escribir un libro, tener un hijo. Tres cosas que habría que hacer en
la vida, según dicen que el gran poeta cubano José Martí, esbozó alguna vez. No
sabemos si alguna vez Olivier alguna vez plantó un árbol, más bien, sabemos que
trabaja con parte de ellos, en una carpintería. Menos, si alguna vez pensó en
escribir un libro, me imagino que como mucho, escribía las medidas de los
muebles que tan bien tallaba. Lo que si tenemos claro, es que tuvo un hijo…
Y
Olivier, interpretado magistralmente por Olivier Gourmet, en el film El Hijo de
los hermanos Dardenne, nos demuestra el valor, el coraje y la más absoluta
convicción de los ideales, a pesar de tener que lidiar con el dolor más inmenso
del mundo.
Jean-Pierre
y Luc Dardenne, vuelven a dar en la tecla con una historia de lo más realista.
La cámara al hombro, nos permite seguir a Olivier en todo momento, como camina,
como respira, como siente y hasta cómo piensa. El film, sin dudas, tiene muchas
cosas del Dogma 95 que tan bien trabaja nuestro amigo Lars Von Trier, como bien
son la cámara en mano, el sonido natural y el casi nulo uso de la música. Ya
desde las primeras imágenes, se va ir notando una tensión en aumento, como los
chirridos de las máquinas con las que Olivier trabaja. Y me detengo en estas
pequeñas cosas, porque esos sonidos, son los que te envuelven y que te llevan a
la trama, estos son tan reales, y la cámara sigue tan de cerca al protagonista,
que por momentos, parece que estamos dentro de la pantalla misma y hasta
pensamos en darle una palmada en la espalda.
Pero
volviendo al film, es desde un primer momento cuando a Olivier le informan de
la llegada de un nuevo chico para trabajar con él en esa carpintería, donde
todos los demás también forman parte de un grupo de asistencia social.
Desde
el comienzo notamos algo especial entre ellos. Olivier trata de evitarlo,
mientras Francis, empieza a querer cobijarse bajo su ala. La sensación de que
algo está por pasar irá in crescendo. Advertiremos que entre los dos hay una
especie de secreto, pero que ninguno se anima a sacarlo a la luz. Nos
enteraremos que este joven de 16 años, un niño todavía, es quien hace cinco
años atrás acabó con la vida de su hijo. Durante un viaje, Francis confesará
que estranguló a un niño, por temor a que lo atrape la policía. Tragaremos
saliva, así como hizo Olivier.
Llegará el momento cumbre, en el medio de una
charla formal, donde de la nada, Olivier le dirá que ese era su hijo. Francis
correrá, nuevamente por temor, esta vez, ante una represalia. Olivier
demostrará que no quiere venganza, ambos se acercarán y los créditos nos
dejarán boquiabiertos, esperando algo más… ¿Qué? Una venganza quizás, ya que es
algo a lo que estamos acostumbrados. Los Dardenne eligieron por el lado quizás
más complejo, a lo Dostoievsky tal vez, por aquello del crimen, el castigo y el
perdón. Yo, sinceramente, no se si podría, quizás por estar metido en esta
jungla salvaje, no tendría la capacidad de Olivier, quien a pesar de todo,
siguió creyendo en sus ideales, sabiendo que todos los días de su vida, iba a
levantar la mirada para ver esas lágrimas en el cielo.
Marcelo De Nicola
Canción post impresiones
Charly también le hizo una canción a su hijo Migue
También contamos con esta hermosa versión de Ricardo Mollo
Andrés Ciro Martínez también le cantó a sus hijos
Y nos fuimos con el tema que Chizzo le hizo a su ahijado...
FICHA TÉCNICA
Título
original: Le fils
Año:
2002
Duración:
103 min.
País:
Bélgica
Director:
Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne
Guión:
Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne
Música:
Varios
Fotografía:
Alain Marcoen
Reparto:
Olivier Gourmet, Morgan Marinne, Isabella Soupart, Rémy Renaud, Nassim
Hassaïni, Kevin Leroy, Félicien Pitsaer, Annette Closset, Fabian Marnette
SINOPSIS
Olivier
(Olivier Gourmet) es un carpintero belga dedicado a enseñar su oficio a
adolescentes conflictivos. Un buen día aparece en su clase Francis (Morgan
Marinne), un chico recién salido del reformatorio donde ha cumplido cinco años
de condena por homicidio. Entre los dos surgirá una relación marcada por el
respeto, la distancia y, sobre todo, por un terrible secreto que comparten sin
saberlo.
Trailer
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