lunes, 17 de noviembre de 2014

EL HIJO - LE FILS

PROGRAMA 77 (01/11/2014)

EDITORIAL

La vida es eso que dejamos pasar mientras estamos ocupados haciendo otros planes” eternizó, hace ya un tiempo, nuestro amigo Lennon. De esta manera tan sencilla le transmitió a su hijo la complejidad de aprovechar el plan más importante al que estamos sujetos y, que en definitiva, es lo que nos resuelve como individuos. Esa complejidad es la que nos condena a permanecer estáticos, salvo en nuestro ejercicio de creer ciegamente en los sentidos. Del mismo modo creemos ver a las palabras recorriendo el espacio, llegar a un destino y, como consecuencia, deslizar también los objetos que encierran, cuando es demasiado fácil demostrar que todo aquello representado tiene una naturaleza, de por sí, inmóvil. La imagen más apropiada para entender esto sería la concepción del viejo, conocido y efímero presente. Nada representa, como el presente, el sentido de lo inmóvil.
Desde este punto de partida, me gusta jugar con la idea de vernos como si fuésemos espejos. Reflejando, caprichosamente, un universo en constante acción. Adoleciendo desde el vidrio el no poder hacer contacto con nada de lo que se refleja. No poder sujetar un Sol arrojado por una cuerda salvo desde el recuerdo. Entonces será el recuerdo lo que guie la dirección del reflejo. Será recuerdo ese reflejo y así hacia el infinito presente. 


Nos convenceremos, desde esa quietud, que recorremos el espacio a nuestro criterio, porque llamaremos dolor a aquella noche lluviosa en la que corrimos en busca de un beso más. Llamaremos alegría cada aparición majestuosa del sol y la luna. Ante cada reflejo una palabra que la hace rodar. Y entonces, la lejanía. El miedo a que todo se nos escurra entre los dedos de nuestras falsas manos. La desesperación de lograr perpetuar las cosas más amables o por lo menos las menos dolorosas. Y en esa desesperación, la violencia más inhumana, el egoísmo, la venganza. Se velarán aquellos recuerdos de la niñez y con ellos morirán los reflejos más nobles, los actos más bondadosos, el jugar convencidamente de que nunca seremos espejos, sino la energía más pura fluyendo de la realidad misma. Veo resquebrajarse a los vidrios más espesos ante la presencia de esos milagros. Y desde aquellas rajaduras se escapa el amor, la justicia, el perdón, el vivir. Estoy convencido que allí se encuentra la salvación, si es que hay que salvarse de algo. Allí recordaremos las melodías más hermosas y serán nuestras. Tengo la certeza de que a desde de aquella rajadura fue que Lennon escribió pensando en el hijo….

Alan Beneitez

Canción elegida para la editorial



IMPRESIONES SOBRE EL HIJO


Plantar un árbol, escribir un libro, tener un hijo. Tres cosas que habría que hacer en la vida, según dicen que el gran poeta cubano José Martí, esbozó alguna vez. No sabemos si alguna vez Olivier alguna vez plantó un árbol, más bien, sabemos que trabaja con parte de ellos, en una carpintería. Menos, si alguna vez pensó en escribir un libro, me imagino que como mucho, escribía las medidas de los muebles que tan bien tallaba. Lo que si tenemos claro, es que tuvo un hijo…
Y Olivier, interpretado magistralmente por Olivier Gourmet, en el film El Hijo de los hermanos Dardenne, nos demuestra el valor, el coraje y la más absoluta convicción de los ideales, a pesar de tener que lidiar con el dolor más inmenso del mundo.


Jean-Pierre y Luc Dardenne, vuelven a dar en la tecla con una historia de lo más realista. La cámara al hombro, nos permite seguir a Olivier en todo momento, como camina, como respira, como siente y hasta cómo piensa. El film, sin dudas, tiene muchas cosas del Dogma 95 que tan bien trabaja nuestro amigo Lars Von Trier, como bien son la cámara en mano, el sonido natural y el casi nulo uso de la música. Ya desde las primeras imágenes, se va ir notando una tensión en aumento, como los chirridos de las máquinas con las que Olivier trabaja. Y me detengo en estas pequeñas cosas, porque esos sonidos, son los que te envuelven y que te llevan a la trama, estos son tan reales, y la cámara sigue tan de cerca al protagonista, que por momentos, parece que estamos dentro de la pantalla misma y hasta pensamos en darle una palmada en la espalda.
Pero volviendo al film, es desde un primer momento cuando a Olivier le informan de la llegada de un nuevo chico para trabajar con él en esa carpintería, donde todos los demás también forman parte de un grupo de asistencia social.
Desde el comienzo notamos algo especial entre ellos. Olivier trata de evitarlo, mientras Francis, empieza a querer cobijarse bajo su ala. La sensación de que algo está por pasar irá in crescendo. Advertiremos que entre los dos hay una especie de secreto, pero que ninguno se anima a sacarlo a la luz. Nos enteraremos que este joven de 16 años, un niño todavía, es quien hace cinco años atrás acabó con la vida de su hijo. Durante un viaje, Francis confesará que estranguló a un niño, por temor a que lo atrape la policía. Tragaremos saliva, así como hizo Olivier. 


Llegará el momento cumbre, en el medio de una charla formal, donde de la nada, Olivier le dirá que ese era su hijo. Francis correrá, nuevamente por temor, esta vez, ante una represalia. Olivier demostrará que no quiere venganza, ambos se acercarán y los créditos nos dejarán boquiabiertos, esperando algo más… ¿Qué? Una venganza quizás, ya que es algo a lo que estamos acostumbrados. Los Dardenne eligieron por el lado quizás más complejo, a lo Dostoievsky tal vez, por aquello del crimen, el castigo y el perdón. Yo, sinceramente, no se si podría, quizás por estar metido en esta jungla salvaje, no tendría la capacidad de Olivier, quien a pesar de todo, siguió creyendo en sus ideales, sabiendo que todos los días de su vida, iba a levantar la mirada para ver esas lágrimas en el cielo.

Marcelo De Nicola

Canción post impresiones


Charly también le hizo una canción a su hijo Migue


También contamos con esta hermosa versión de Ricardo Mollo


Andrés Ciro Martínez también le cantó a sus hijos


Y nos fuimos con el tema que Chizzo le hizo a su ahijado...



FICHA TÉCNICA

Título original: Le fils
Año: 2002
Duración: 103 min.
País: Bélgica
Director: Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne
Guión: Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne
Música: Varios
Fotografía: Alain Marcoen
Reparto: Olivier Gourmet, Morgan Marinne, Isabella Soupart, Rémy Renaud, Nassim Hassaïni, Kevin Leroy, Félicien Pitsaer, Annette Closset, Fabian Marnette

SINOPSIS


Olivier (Olivier Gourmet) es un carpintero belga dedicado a enseñar su oficio a adolescentes conflictivos. Un buen día aparece en su clase Francis (Morgan Marinne), un chico recién salido del reformatorio donde ha cumplido cinco años de condena por homicidio. Entre los dos surgirá una relación marcada por el respeto, la distancia y, sobre todo, por un terrible secreto que comparten sin saberlo.

Trailer


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